Trabajando sobre superficies de papel antiguo
El atractivo de estos materiales, y también la obligación que sentía hacia ellos, radicaba en el proceso de inscribir mis figuraciones en ellos, en parte normativas (líneas, escritura, números), en parte accidentales (manchas, grietas, decoloraciones), inspirándome en ellos y jugando con ellos, observándolos y creando historias, imprimiendo mis propias narrativas sobre las ya existentes, permitiendo que los elementos encontrados contribuyeran a la abundancia del plano pictórico o se expresaran en pequeñas cantidades como «ruido de fondo». Esto era lo que constituía el atractivo de estos materiales y también la obligación que sentía hacia ellos. La expresión de las hojas, por lo tanto, se sitúa siempre entre los polos de la abundancia, el estar llenas, el estar ocupadas, y la escasez, la brevedad, el fragmento. Hay muchas hojas individuales. Sin embargo, la densa secuencia de obras da lugar a variantes y variaciones, grupos y series; las invenciones se complementan sucesivamente y en paralelo, girando en torno a sus temas pictóricos.
Karl-Heinz Herrfurth en la conferencia “¡Pensar en imágenes: otro juego!”, impartida en la Universidad de las Artes de Berlín el 3 de febrero de 1994.















